jueves, 28 de julio de 2011

muñeca rusa

Yo habría tenido ocho o nueve años, sin embargo estaba contenida en un cuerpo casi de mujer. Por alguna razón que no recuerdo corría perturbada hacia algún lugar. Era un compendio de furia y tormento lo que me movía. Respondiendo a una necesidad estructural recomenzaba a transitar las calles dilatadas que dejaba atrás. En algún punto alcancé la casa de mi abuela ya muerta, ella me esperaba afuera completamente humanizada. Me detuvo, recuerdo que tuvo que inclinarse; mi cuerpo había recuperado su forma de niña correspondiente. Me miró, sin piedad y con un tono que yo escuché como el más feroz de mi vida me dijo: “Volvé a tus padres, buscálos. Ellos fueron quienes mataron a tu muñeca.”

El final, está claro, no era importante, el después sería supervivencia.

jueves, 30 de junio de 2011

frag. III

se había extinguido durante su infancia.
desde ese momento solo vivía como un epílogo, una coda.
como en esos sueños en los que quería gritar y la voz no respondía; así, en el mismo silencio espectral se quemaba.

le sobraba vida, y eso no era poco.

miércoles, 13 de abril de 2011

Dudo tanto antes de irme,
tampoco es que prefiera volver.
Escribo desde un lugar pendiente
desde mi hasta mi
un yo en modo subjuntivo
pero esto es imposible
como es imposible que ella sea, en realidad, la pantera que escapa en mis sueños
desde mi hasta mi un puente onírico
me quedo de este lado donde nadie me conoce.