martes, 28 de diciembre de 2010

otro fragmento

se odiaba con la misma intensidad con que se amaba. era como si esas dos fuerzas igualmente resistentes, funcionaran a manera de bloques, impidiendo que alguno de estos sentimientos pudiera ser realmente percibido.
Todo en ella estaba agotado, la habitaban tantas palabras como seres. Y escribir parecía de a momentos el exorcismo, sin embargo los fantasmas despertaban furiosos en cada línea y devoraban todo signo de redención. Ella proseguía, en silencio, no sangraba, no temía a esos, sus espectros.
Durante algún instante creía haber controlado el ardor, luego entendía que las ramas secas en sus manos volverían a crecer.

lunes, 15 de noviembre de 2010

fragmento

Fue hacia atrás en sus recuerdos, los desenredó uno a uno como si formaran una madeja. Un sin fin de falaces pieles cayeron derrotadas, hasta que finalmente logró salirse de su ser. Miró en el vidrio de la ventanilla, el que había sido su rostro y entendió que ya no se recordaría. Por primera vez fue conciente de ser capaz de separarse de sí. Los ojos del cuerpo que hubo de pertenercerle no podían ahora reconcerla. Supo que era libre, sin embargo aún respiraba su conciencia.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Cada día estoy más cerca de sentarme a escribir una pequeña novela. Como primer paso voy a dejar partir a la niña; a partir de hoy me concedo, con vértigo, un nombre.
Ya no necesito el cobre.
Nada, solo eso.

(Hay certidumbres que no deben abandonarnos.)
Estais avisados, estoy avisada

domingo, 29 de agosto de 2010

7 dias



hoy tiré en los cajones de la habitación
lo que te quedaba de vida
y con el calor primaveral te fui a ver
las flores y el sol en la espalda
ya hace siete días que no estas
como no perderme
o naufragar
la verdad no se que hacer para ver
siempre hay algo que no hay forma de reparar
el tiempo no cura, distrae
no hay manera de volver a conciliar
mi vida con la de todos los días
ya hace siete días que no estas
como no perderme
o naufragar
la verdad ya no ya no puedo ver
la verdad ya no puedo ver
la verdad
ya no puedo
ver

*coiffeur*

domingo, 1 de agosto de 2010

el amor mas grande del mundo

sábado, 31 de julio de 2010

Jueves

Era el tiempo de la felicidad estéril, de la entrega exasperada, de las luces bajas resguardando el deseo, amansándolo, de la oscuridad que enfundaba nuestros cuerpos, descubriéndonos los ojos, dos gatas lamiendo su propio anhelo de la caricia siempre cercenada.
Era en la semana, solo un día. El de la celebración y la fiesta. Simbióticamente amanecidas desayunábamos la risa y la euforia de tenernos. Nadie sabía de nosotras cuando envolvíamos nuestros murmullos con amuletos musicales. Teníamos el don de la congruencia, la vocación del celo. Éramos dueñas y señoras del dolor.

Huyó una tarde sedienta de rio.

Yo lloré sobre mi vida.

Nunca volví a despertar en las mañanas.

viernes, 16 de julio de 2010

Escuchame,
como tu, conozco el olvido.
No, no conoces el olvido.
Como tú, estoy dotada de memoria.
Conozco el olvido.
No. No estás dotada de memoria.
Como tú, yo también he intentado
luchar con todas mis fuerzas
contra el olvido.
Como tú, he olvidado.
Como tú, he deseado tener
una memoria inconsolable,
una memoria de sombras y piedras.
He luchado por mi cuenta,
con todas mis fuerzas,
contra el horror de ya no entender
la necesidad de acordarse.
Como tú, he olvidado.
¿Por qué negar
la necesidad evidente de la memoria?
Escúchame. Todavía sé.
Volverá a empezar.


Me encuentro contigo.
Me acuerdo de ti.
¿Quién eres?
Me matas. Me das placer.
¿Cómo saber que esta ciudad
estaba hecha para el amor?
¿Cómo saber que tu cuerpo
estaba hecho para el mío?
Me gustas.

Qué acontecimiento: me gustas.

Qué lentitud, de repente.
Qué dulzura.
No puedes saber.
Me matas.
Me das placer.
Me matas.
Me das placer.
Tengo tiempo.
Te lo ruego.
Defórmame hasta la fealdad.
¿Por qué no tú?
¿Por qué no tú, en esta ciudad
y esta noche,
tan parecida a las demás
como para confundirla?
Te lo ruego.
Qué piel más bonita tienes.

Tú.


de Hiroshima mon amour. Alain Resnais

lunes, 21 de junio de 2010

.

La suya es una belleza que duele.
Contenerme y no mirarlo es un sufrimiento todavía más en vano.

Aun antes de conocerlo,
imaginarlo, dentro mío
me lastimaba.

miércoles, 21 de abril de 2010

desde adentro

Despierta en la distancia
segura del instinto
ronronea se acurruca
espera
-porque sí-
simula ansiedad se proyecta
abrasa su noche consume el espacio
inhala concupiscencia
el vértigo en ebullición le combustiona el vientre
en contorsión distorsiona el jadeo
exhala el deseo consumido.

Enciende un cigarrillo en su nombre
Aún esperará por mucho tiempo más

martes, 23 de marzo de 2010

posibilidad

y escribiré en la sombra que proyecta mi orfandad aprendida,
cerca de los bosques de agua donde las cronologías ocultan sus destiempos,
interceptando la luz de tus colores, desnudaré la imagen del santo panteísmo,
trizaré la nomenclatura, incluso hasta la incomprensión absoluta.

Voy a dejar que estallen de vértigo mis entrañas, voy a extirparme el habla, a flagelarme con silencios, voy a cercenar los retoños de vos, de voces inexactas.
Sólo cuando mi verbo regrese al balbuceo brotará el rito, mientras tanto solo habrá cenizas

martes, 2 de febrero de 2010

SILENCIO HOSPITAL (por Pedro Herrero)

Hace un juego de locos. Lo hace y muy bien. Consiste en gritos, en desesperación y llanto. Ese llanto que lo encierra en el cuarto hermético. De un lado a otro se va dando golpes que ya no soporta y cae. Y todo por no hacer silencio.

Sólo con la espera de unos segundos alcanzaba. Profundizando la mirada, leyendo la misma. Sabiendo que cada parte del rostro habla. Adivinando muecas. Esperando (aunque impaciente) conocer el pensamiento (ya expresado) del otro.

Aprieta los labios. Espera para que lo que hay dentro de ti se convierta en sonido. Si lo haces desear se disfruta. No todos los interrogantes necesitan respuesta. Algunos son sólo para molestar, para encerrar y tú los contestas.

Ves que no entiendes nada. Ahora ríes. Te causan gracia tus moretones. Tienes la cara negra y te ríes. Qué pasa, no recuerdas. Cuando el llanto se agota, agota al que llora, por eso carcajeas como loco (que eres).

En algún lugar leí que el silencio es el antifaz de los sonidos más hermosos, y eso tú no lo comprendes. Por eso estás allí, luchando para salir de lo herméticamente ruidoso. Se te acabó la batería y no tienes con qué recargarla. Te avise que el derroche te iba a encerrar y no escuchaste porque hablabas.
En este cuarto sólo hay una persona y saber que soy capaz de verla, no me alegra.


Nota: de a ratos, cuando el silencio se sospecha eterno es bueno ver que otros hablan por nosotros. Aquello que hace tiempo se me niega decir, otro, en la distancia, lo sintio por mi.
(pequeño texto de mi reverso)

sábado, 2 de enero de 2010

sosiego

La nadadora de mis sueños no se me parece.
Ella puede zambullirse en cualquier charco, extenderse en el útero acuoso donde se engendran algunas de tus más fecundas mentiras.
Libre de posibles fracasos hídricos consigue esparcirse en la humedad de cardúmenes desconocidos.
Vaciada de mi, líquida, toda ella agua, no precisa superficies para poder respirar, soberana de la inmersión quiere vivir sumergida, lejos de la aspereza
de los fuegos corrompidos de los tedios putrefactos de tus máscaras caducas de tu insuficiencia obstinada de tu sequedad cáustica de toda tu ironía árida puesta en escena antes de actuar.
Yo la miro inundarse
hundiéndose despacio se deja anegar
sin miedo irá perdiendo pie
nadie la vendrá a auxiliar
(nunca aprendió a pedir ayuda)

solo un detalle nos hermana: la nadadora de mis sueños no sabe nadar